Uno de los mejores medios de cultivo para el enraizado de estacas es la arena limpia, que es fácil de manejar, permite una buena aireación y drenaje, y puede ser esterilizada con facilidad. Una mezcla a partes iguales de arena y musgo esfágnico [peat moss] es también muy apropiada para muchas plantas. También puede usarse vermiculita, musgo esfágnico o suelo natural.

Si solo se van e enraizar unas cuantas estacas puede usarse una vasija rectangular de unos 20 cm de ancho conteniendo la arena y una maceta de barro pequeña, colocada en el centro. El orificio en la maceta deberá taparse con un tapón de corcho para llenar la maceta con agua, de forma que ésta pase gradualmente a través de la arcilla porosa de la maceta, manteniendo la arena uniformemente húmeda.

Puede usarse también una cubierta de plástico transparente sobre la vasija con los esquejes o estacas para mantener una atmósfera húmeda en el medio de cultivo.

Para enraizar un mayor número de esquejes o estacas puede usarse una caja de poca profundidad con vidrio o plástico en la parte superior y a los lados para conservar la humedad.

Para la propagación en gran escala deberán usarse mesas de madera o concreto en invernaderos, con arena y/o musgo esfágnico, o bien mesas con charolas de plástico o poliestireno expandido. Las estacas de muchas plantas perennes y leñosas pueden enraizarse a la intemperie, poniéndolas dentro de bolsas de tela, plástico o malla con suelo arenoso bien drenado. En estos casos deberá usarse una cubierta de plástico para evitar la exposición a los rayos directos del sol y prevenir la evaporación excesiva durante la temporada seca.