Es conveniente usar
un vaporizador cuando se fumiga a temperaturas por debajo de 15.5 °C o cuando se requiere
el uso de más de 2 kg de bromuro de metilo pora cada tratamiento. Al aplicar el bromuro
gasificado se logra el importante beneficio de iniciar de inmediato la exposición de las
plagas al fumigante, sin tener que esperar a que el bromuro se evapore en forma
espontánea. Se consigue una mejor distribución del bromuro, tanto en los tratamientos a
instalaciones y bodegas como en las fumigaciones de suelo. El vaporizador tradicional consta de un serpentín por el cual se hace pasar el bromuro de metilo que sale del cilindro. El serpentín se introduce en un tanque de agua que ha sido calentada por un quemador de gas. Ver dibujo. Puede construirse un vaporizador simple con un serpentín de tubo de cobre de 9.5 mm (3/8") de diámetro exterior y 7.50 m de largo, sumergido en un recipiente de agua caliente. Si el equipo debe utilizarse para cantidades de bromuro de metilo superiores a los 2 kg, se usará un tubo de cobre de 12.7 mm (1/2") de diámetro exterior por 15 m de longitud, enrollado en un recipiente de agua calentada a 65.5 °C o más. Se debe descargar el fumigante a través del serpentín, a razón de 1.36-1.81 kg de gas por minuto. El tubo de introducción del gas debe sentirse caliente al tacto: es ésta una buena indicación de una vaporización satisfactoria. |