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Al tratar sobre los
fumigantes, cuya acción contra las plagas, por una diversidad de mecanismos, resulta de
la exposición de éstas al producto en forma gaseosa, la dosis se interpreta como la
concentración del fumigante en la atmósfera fumigada. Este es el caso del bromuro de
metilo. Desde el punto de vista de la efectividad de
una fumigación, el principio fundamental es lograr la combinación de concentración por
tiempo (CxT) justa para el objetivo que se persigue.
En las fumigaciones comerciales, si el tiempo no es
limitante, se escoge una dosis o concentración tan baja como sea posible, en términos de
la gama de plagas presentes y sus estadios, del grado de infestación y la relación costo
/beneficio del tratamiento. En términos generales, se elige una concentración que pueda
eliminar cierto porcentaje pre-establecido de las plagas detectadas.
Si por el contrario, el tiempo es crítico, en razón de
las ventajas operativas de terminar la fumigación con rapidez, se usa una concentración
tan alta como sea recomendable en razón de la misma relación costo-beneficio.
Existen desde luego otros factores a considerar, como el
efecto de la temperatura, el riesgo de daño a los productos fumigados, pero el criterio
fundamental es básicamente económico, en términos de quién requiere de la fumigación.
En las fumigaciones cuarentenarias, donde el objetivo es
evitar la introducción a la región o al país de plagas no endémicas, el valor
económico del riesgo es tan alto que las concentraciones y tiempos prescritos por las
autoridades fitosanitarias son los necesarios para asegurar la eliminación de las plagas
no prevalentes en el país y de importancia cuarentenaria. La interacción de la
temperatura y otros factores que afectan la efectividad del tratamiento modulan las
concentraciones o tiempos prescritos. El posible daño a mercancías o instalaciones es
necesariamente tomado en cuenta, pero no tiene la importancia o trascendencia que se le da
en las fumigaciones comerciales.
Las concentraciones, tiempos de exposición y aireación de
los tratamientos cuarentenarios están prescritas por las autoridades fitosanitarias y
quien realiza estos tratamientos habrá de regirse por éllas en cada caso.
Se presentan aquí entonces, recomendaciones de tipo
general aplicables principalmente a fumigaciones comerciales. |
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Para fumigaciones de
espacios (instalaciones, bodegas, silos, furgones, etc.), el bromuro de metilo se usa a
concentraciones que varían de 16 a 80 g/m3 para tiempos de exposición de 36 a 6 horas, a
temperaturas arriba de 15 ºC. Una recomendación
típica es 50 g/m3 con 24 horas de exposición.
Se aumenta la concentración en situaciones dónde:
El tiempo de exposición es corto.
La hermeticidad del local es pobre.
El volumen a fumigar es pequeño.
La mercancía es muy absorbente.
La plaga objetivo es muy resistente
Tratándose de fumigación de suelos la concentración
varía de 40 a 120 g/m2 para tiempos de exposición de 24 a 48 horas (temperaturas del
suelo de 15 a 25 ºC).
Una recomendación típica es 50 g/m2 con exposición de 48
horas.
Se aumenta la concentración en situaciones dónde:
El suelo es muy arcilloso.
La plaga objetivo (maleza, hongo) es muy resistente.
El tiempo de exposición es muy corto.
La temperatura es baja (menos de 15 ºC).
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